domingo, 30 de septiembre de 2007

EL DEDO Y LA ARAÑA (Anotaciones para un guión porno)

Desmadejado el ovillo de hilo
En tus manos de piedra lunar
He regresado a ser
Sobre tu índice derecho
Una tranquila araña

GG

Era demasiado tarde para encontrar habitación. Impresionados por la claridad de cielo, lejos de aquella colcha que suele cubrir la ciudad, detenemos el coche cerca del río. Ya no importan las buenas causas que nos han traído a estos valles de uva y algodón. El viaje de las piedras en el agua se han transformado en canto y el viento sopla notas que solo hemos escuchado en zampoñas. Apago el estéreo del auto y desabrochamos los cinturones.
Ha pasado una estrella fugaz y sonriendo me invitas a pedir un deseo. Y sabes muy bien, mientras encuentro tu mano sobre mi pierna que es lo que pediré. O quizás no lo sepas exactamente. Entonces, con cuidado inclino mi torso delante de ti. Mi mano derecha acerca tu rostro al mío. El beso que nos deja sin aliento. Me miras sorprendida al notar que he abierto las puertas. Bajemos. Alcanzo rápidamente una de las sabanas que traemos en el asiento trasero. La noche es tibia y se escuchan las cigarras.
La carretera quedó lo suficientemente lejos y nos sentimos seguros de no ser espiados. Permite colocar esta sábana azul sobre el capó. Para hacer que la penumbra no sea intimidante he dejado los faros prendidos en mínima intensidad. Ya estas sentada sobre la sabana. Siempre me ha sorprendido tu agilidad. Y yo que no tengo paciencia ya deje la camisa sobre el techo del auto y voy ahora por tu blusa. Sabes como me encanta que me beses el cuello mientras acaricio tu espalda ya desnuda. Hay señales en mi, casi de delirio. Entonces has colocado tus dedos entre mi pantalón y mi piel. Yo sediento de un beso tuyo te pongo debajo mío. Emprendo la travesía y recorro tus pechos, tu cintura. Paro en cada lunar. El botón de mi pantalón ya los has quitado. Y estas tirando hacia abajo para que caiga. Te dejo espacio para que saques el tuyo. Se de mi torpeza. Quedo impaciente y desnudo apuntando al cielo. Te atreves ahora a tomarme con tu mano mientras besas mi pecho. Entiendo que seré de deseo concedido.
Antes que sea demasiado te pido subir a mis labios. Es momento de cumplir con la orden a tu estrella. Apoyas tus manos sobre mi pecho y en un movimiento de amazona te colocas sobre mi. Te fundes sobre mi con las estrellas que te rodean. Impones el ritmo. Mis manos se asen a tus caderas. Soltamos las notas más altas y el viento nos envuelve. Suenan los muelles de auto. Mientras paso mis manos a tu espalda siento las frescura de tu rocío. Tus labios sueltan trémulos sí. Arqueo mi cuerpo.
Aún quedan energías. Te sugiero el espectáculo celeste. Y ya estas mirándome envuelto en estrellas. Elevo un poco tus piernas. Aprieto suavemente tus muslos. Me coloco suavemente. Mi cadera en tus manos construyen remolinos. Y así como el viento voy en aumento. Sientes lo mismo que yo. El calor en el rostro, el temblor de las piernas. Veo la araña posada sobre tu dedo. La beso. Las estrellas caen sobre la hierba rodeando el auto espiando en silencio.

1 comentario:

Diego Alonso Sánchez dijo...

Sugestiva metáfora la de la araña.
Alguna vez yo también la utilicé.
Abrazo, cumpa chorrillano.